domingo, 7 de junio de 2015

17 años de Arzú: ACOMODO TOTAL, ausencia de grandes obras y atraso de la ciudad.
Alvaro Arzu, responsable de la venta de la empresa Electrica, de Telgua y otros patrimonios del estado, Se ha acomodado en la municipalidad capitalina de Guatemala, con un sueldo de mas de 100 mil mensuales.
En su gobierno se firmó la supuesta paz del enfrentamiento armado en el país, siendo su gobierno quien recibió todos los millones de euros y dólares que enviaron los países cooperantes, pero el pueblo guatemalteco no obtuvo ningún beneficio de todo ese dinero y en todo momento se negó a rendir cuentas.
Negación al sueño de un metro

Corría el año 2009 cuando la embajadora de Francia en Guatemala, Michelle Ramis, propuso al alcalde Alvaro Arzú que su país podía hacer un estudio para conocer la factibilidad de construir un metro en la ciudad y, eventualmente, ese país europeo podría financiarlo o se utilizarían fondos del BID.
La comuna y el alcalde no mostraron ningún interés, por eso la embajadora llevó el proyecto al Gobierno Central. Fue el vicepresidente Rafael Espada, quien estuvo de acuerdo en llevar a cabo el estudio, que finalmente se presentó bajo el nombre de Estudio de prefactibilidad sobre tecnología y sistemas para el transporte público en ciudad de Guatemala, ?Estudio del corredor de transporte masivo?.
El informe, de más de 400 páginas y que se concluyó en el año 2010, proponía, entre otras opciones, el uso de un metro ligero (ver fotografía) y que el sistema se interconectara con el Transmetro. Se hacía ver que si bien la tarifa podría subir o requeriría de subsidio, el sistema mejoraría el transporte público de la ciudad, así como la seguridad de los usuarios.
Por otra parte, se proponían acciones para resolver el problema de transporte colectivo ?que influye en el del tráfico vehicular? para los próximos 50 años. En su primera etapa se requeriría de una inversión cercana a los US$100 millones.
A la fecha no se conoce de un proyecto integral para resolver este problema, y lo único que se sabe es que se piensa continuar desarrollando –de manera lenta– los ramales pendientes del Transmetro.

En las últimas 3 décadas, la ciudad de Guatemala ha crecido exponencialmente, pero con ella, las necesidades y demandas han tomado la misma tendencia. Sin embargo, las soluciones para los desafíos más esenciales de la capital no han caminado al mismo ritmo. 
Servicios básicos, como el transporte público, abastecimiento de agua potable, tratamiento de desechos sólidos y drenajes siguen cada vez más deficientes. Y algo relevante, el tránsito vehicular cada año empeora, sin soluciones de fondo.
Así, los problemas de la gran urbe no solo siguen vigentes, sino se han agudizado, mientras los esfuerzos para contenerlos son insuficientes, desde una administración que lleva casi dos décadas al frente de la comuna de la ciudad y que hoy luce acomodada. 
Según urbanistas, entre estos Alfredo Trinidad, Alfonso Yurrita y Eduardo Velásquez, muy poco se ha hecho por el desarrollo de la ciudad desde 1986, lo cual ha minado el camino para los apuros que hoy vive la capital guatemalteca, que en el futuro inmediato pueden agravarse mucho más. 

A pesar del tiempo
Durante 17 años –1986 y 1989, 4.5; del 2004 a enero del 2016, serán 12– Álvaro Arzú ha tenido en sus manos la administración municipal, el mayor tiempo para un alcalde, pero hasta hoy no hay soluciones a los graves problemas. El tránsito vehicular y el transporte público son dos ejemplos claros, porque si bien el Transmetro ha dado buenos resultados, su desarrollo se limita a obras en el último año de cada gestión, siempre de cara a una nueva reelección.
El tráfico vehicular cada vez es más denso. Cada año, la posición oficial de la Municipalidad es la de advertir a los vecinos que deben salir 15 minutos antes para llegar a tiempo a su trabajo. Trasladarse en las horas pico en la ciudad puede demorar hasta una hora. El ingreso a la ciudad desde Villa Nueva, Mixco, Carretera a El Salvador o desde la zona 18, puede demorar entre 1.5 y 2 horas.
La realidad capitalina del transporte público y de la movilidad está marcada por la incapacidad de las autoridades para atender de manera responsable el tema del transporte colectivo, refiere al respecto Wladimir Díaz, secretario de la junta directiva de la Asociación de Usuarios del Transporte Urbano y Extraurbano (AUTUE).
Para el representante de esta asociación, la falta de atención a personas con discapacidad, la inseguridad y el crimen del que se puede ser víctima en un autobús son solo algunas de las causas por las cuales el transporte de masas no es visto como una opción para muchos capitalinos, quienes han optado por conducirse en automóvil y que de alguna manera ha llevado a la sobrecarga del parque vehicular en la ciudad. 

Poca apertura y transparencia

La comuna de la ciudad de Guatemala se ha caracterizado por la poca apertura a la participación ciudadana en la toma de decisiones municipales, así lo reflejó el último Ranking de la Gestión Municipal, el cual le otorgó a esta administración un valor de 0 puntos en el Índice de Participación.
De tal cuenta, la gestión de Arzú no solo es cuestionada por los pocos avances, sino también por la incapacidad para institucionalizar el Consejo Municipal de Desarrollo (Comude), como espacio idóneo de participación ciudadana, por ejemplo.
Asimismo, Acción Ciudadana (AC) cuestiona la forma cómo se administran los recursos de la comuna de la ciudad y la poca apertura a ofrecer información sobre estos y otros movimientos de las finanzas locales.
La mayoría de la administración de los recursos de la municipalidad de Guatemala se hace a través de fideicomisos, de esta forma no hay poder gubernamental que pueda pedir cuentas sobre las finanzas de la ciudad. Aquí el fideicomiso se ha vuelto algo muy cómodo para el alcalde, pues permite el manejo discrecional de los recursos, refiere Manfredo Marroquín, de AC, quien agrega que la experiencia en la solicitud de información a la autoridad edil ha sido mala, porque hay una actitud contraria a la ley de acceso a la información de preguntar para qué se desean los reportes o datos.

Ciudad aisladaAdemás de lo anterior, los urbanistas también destacan la poca disponibilidad que ha existido por parte de la administración de Álvaro Arzú para buscar soluciones más allá de lo local, pues los retos de la capital se han convertido en los problemas de los municipios aledaños.
Pareciera que él (Arzú) llevó a la ciudad de Guatemala a un aislamiento donde no existe nada más a su alrededor, cuando lo que se precisa es lo contrario, pues los problemas de la ciudad ya no son solo de la ciudad sino del gran área metropolitana, dice Yurrita.
De igual forma, Velásquez expresa que lo que ha faltado es la voluntad política para tratar, incluso desde el Gobierno Central, el problema de la ciudad como un problema metropolitano.
Necesitamos darle soluciones comunes a problemas comunes, pues de qué sirve que Villa Nueva trate sus aguas si el Lago de Amatitlán termina contaminado por las aguas que se sirven de la ciudad de Guatemala, precisa Edwin Escobar, alcalde de Villa Nueva y fundador de la Mancomunidad Gran Ciudad del Sur, una alianza de 6 municipios (Villa Nueva, Amatitlán, Mixco, San Miguel Petapa, Santa Catarina Pinula y Villa Canales) que busca darle atención a los problemas que ocurren en dichos ayuntamientos como producto de su cercanía con la ciudad capital.
Hasta ahora la comuna capitalina no se ha integrado a dicho consorcio.
De momento solo hemos tenido la asesoría de algunas de las empresas de la Municipalidad de Guatemala en proyectos que estamos planificando, pero como este es un grupo abierto, siempre estamos con la apertura para que se sume, en este caso, la comuna de la capital, concluye Escobar.
Sucede que la situación no es para menos, según la Policía Municipal de Tránsito (PMT) de la capital, más de 850 mil vehículos circulan diariamente por arterias principales y secundarias del municipio.Ningún proyecto de gran envergadura para solucionar el tránsito en los próximos cinco años está planificado, mucho menos en vías de desarrollo.
Con esto tenemos para que la ciudad en horas pico sea una trampa en los ingresos y en las salidas… para lo cual no tenemos un plan de ordenamiento territorial y, por lo tanto, tampoco un sistema vial adecuado, manifiesta el doctor en urbanismo Alfredo Trinidad.
Si bien se puso en marcha el Transmetro en febrero del 2007, con tres años de atraso en la obra, este ha quedado superado debido a que su ampliación ha avanzado lentamente. 
Por ahora este solo cubre las rutas del sur, zonas 4, 9 y 1. ¿Qué más se pudo haber hecho en estos últimos 12 años? Pues, el eje San Juan, Roosevelt, Próceres y Martí; sin embargo, no se hizo, cuestiona el urbanista Eduardo Velásquez, del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR) de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
El representante de este centro acepta que si bien existen otras opciones para hacerle frente al problema de la viabilidad y el transporte público en la ciudad, como el metro, estas deben responder a un plan más integral y extenso, el cual no veo, puntualiza.
Mientras en Guatemala ni se analiza la posibilidad de un metro que funcione junto al Transmetro, ciudades como Panamá y Santo Domingo (República Dominicana), llevan a cabo la construcción de este tipo de sistema de transporte colectivo.
Francia, en su momento, ofreció financiamiento e hizo el estudio para iniciar un metro, pero el alcalde Arzú ni siquiera llegó a contemplar la posibilidad. 
En otras grandes ciudades con problemas de congestionamiento se adoptan otras medidas para paliar el problema, pero en Guatemala ni se contempla el uso controlado de vehículos, reglas estrictas para transporte de escolares, etcétera. Además, no se aprueban con la celeridad necesaria obras de inversión privada por medio de pago o peaje, que podrían aliviar parcialmente los ingresos y salidas de la ciudad.
Al respecto, Trinidad cree que hay cuatro razones que obstaculizan la labor institucional en estos temas: una deficiente acción estatal coherente, la dispersión de la autoridad (en materia de tránsito y transporte) en numerosas entidades descoordinadas, la incapacidad técnica de la autoridad de tránsito, debido a las fuertes interferencias políticas y el crecimiento del problema, a tal punto que ha superado la jurisdicción local.
Resumiendo, no tenemos un sistema de transporte público de carácter regional, sino estamos todavía en la época de feudos municipales, sin liderazgos político municipal, ni equipos técnicos del Gobierno Central y de las municipalidades con propuestas reales y efectivas, añade el experto. 
En efecto, el alcalde Arzú ha negado la participación de la Municipalidad de Guatemala en la llamada Mancomunidad Metropolitana, en donde debieran tratarse y resolverse los problemas que atañen a los municipios del área, como lo son Mixco, Villa Nueva, Chinautla, Santa Catarina Pinula, Fraijanes y San José Pinula, principalmente.

Agua, basura y colectores
Pero los problemas no terminan allí. Otro de los asuntos que sufren con mayor recurrencia los capitalinos es la falta de agua potable en varias zonas.
A decir de Pedro Maldonado, del Centro de Acción Legal-Ambiental y Social de Guatemala (Calas), el aprovechamiento adecuado del agua es un tema que no se planificó desde el establecimiento mismo de la ciudad y que tampoco se ha abordado responsablemente en las últimas décadas, lo cual ha llevado a un extremo donde muchas personas solo tienen acceso a dos horas del líquido en un día.
Contrario a lo anterior, el urbanista Alfonso Yurrita, explica que el problema del agua, al igual que todos los que hoy padece la capital, ya se veía venir desde el inicio de la década de los años 80, por lo cual su atención ya estaba prevista.
El experto cree que en estos años la captación de agua de lluvia hubiera podido constituirse en una buena medida si hubiera existido la capacidad de llevar esta medida más allá de la fase experimental en la que pareciera estar detenida. 
Por ello, cuando usted pregunta qué se ha dejado de hacer durante la gestión de Arzú, yo le tengo que decir que todo ha quedado por hacer. La ciudad de Guatemala ya estaba hecha desde hace muchos años, esa construcción está planificada en el Esquema Director de Ordenamiento Metropolitano 1972-2000 (EDOM), pero lamentablemente ya no siguieron trabajando por ella, destaca. 
Debido a esto, el experto expresa que en cuanto al abastecimiento del vital líquido, el Plan Metropolitano de Aguas era la clave, pero que, dado su olvido, las medidas tienen que estudiarse con mayor detenimiento. Aunque estoy totalmente seguro que perforar más pozos no es la salida, concluye.
Dentro del plan referido se contemplaba al Lago de Amatitlán como un reservorio de agua potable, pero dada la condición actual de este manto acuífero, hoy esta opción es inviable por el abandono de un lago que desde hace décadas es usado como desagüe.
Es en este punto donde Yurrita recuerda la integralidad del Plan De Saneamiento, el cual dice era un proyecto de propósito múltiple, ya que permitía sanear los drenajes sanitarios y evitar la contaminación del Lago de Amatitlán y los ríos aledaños.
Dado que las acciones para el efecto no fueron tomadas, pasó lo temido, el lago se contaminó al punto de su agonía, gracias a las aguas servidas del municipio de Guatemala que nunca fueron tratadas debidamente, y es aquí que podemos ver una prueba contundente de lo que se dejó de hacer, acota. 
Al igual que los drenajes, el manejo de los desechos sólidos también se ha convertido en un problema de impacto ambiental para la capital.
Ya no hay viabilidad para los rellenos sanitarios, manifiesta Trinidad, quien explica que todos estos años habrían alcanzado para experimentar con nuevos sistemas para el tratamiento de la basura. En Tokio, por ejemplo, hay edificios que ya cuentan con ductos especiales que conducen la basura desde las habitaciones hasta sistemas de calcinación de la misma. Luego, a las cenizas les dan otros usos. Hay que retomar, ampliar y poner a operar por completo la planta experimental de tratamiento de desechos sólidos Alameda Norte y replicar la experiencia en otras áreas, asegura. 
Los expertos consultados consideran oportuno atender cuanto antes el abastecimiento de agua, más allá de los pozos, pues a decir de Velásquez, se prevé que en el 2020 colapse el sistema actual. También se precisa la atención urgente del transporte de masas, esto a través de un medio como el Transmetro, pero que, por el contrario, sea de desarrollo constante, oportuno, generalizado y eficiente.
Con todo, en el último Ranking de la Gestión Municipal, elaborado por la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan), el municipio de Guatemala se ubicó por debajo del promedio nacional y departamental del Índice de Municipio Saludable. 
Para hablar de los últimos cuarenta años se puede afirmar que el principal intento de una visión con amplia perspectiva está en el Esquema Director de Ordenamiento Metropolítano-EDOM-1972-2000, del alcalde Manuel Colom Argueta, que sigue siendo el referente técnico de lo que se debe hacer, obviamente actualizándolo, concluye Trinidad.
La inexistente organización territorial del distrito metropolitano imposibilita la ejecución de proyectos de mayor impacto que puedan contribuir a resolver los problemas estructurales de la ciudad, en parte por la comodidad de la actual gestión, coinciden los consultados.

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