miércoles, 19 de agosto de 2015

Alvaro Colom se calificó de inútil y reconoció que Sandra Torres fue la que gobernó.

Colom se autocalificó como “inútil para gobernar” y reconoció que la que efectivamente gobernó fue su exesposa, Sandra Torres, quien, según el exministro de Finanzas, Juan Alberto Fuentes Knight, fue la “primera presidenta de facto”, la verdadera jefa de gobierno, que dirigía y coordinaba el gabinete de ministros, y quien disponía de los recursos públicos a su antojo.

En recientes declaraciones, el expresidente Álvaro Colom (2008-12), haciéndose el “tonto”, despotricó contra el régimen de Otto Pérez (2012-6) y lo responsabilizó de todos los escándalos de corrupción. Asimismo, Colom afirmó que el Congreso, controlado por la “trinca infernal”, conformada por la UNE (de la cual es fundador), el Lider y el PP, era un “desastre”, lo que involucra a los diputados de la UNE, que hicieron gobierno con Colom, tales los casos de Orlando Blanco (Copredeh y Sepaz), Jairo Flores (Fonapaz), Carlos Barreda (Viceministro de Finanzas), Mario Taracena (exuneísta, expanista y ahora uneísta), César Fajardo (expatriotista y ahora uneísta), Mario Torres (exministro de Educación del régimen eferregista), Haroldo Quej (exeferregista, expatriotista y ahora uneísta), Julio César López Villatoro (exeferregista y expatriotista) y demás.

Durante el desgobierno de Colom se aprobaron gigantescos presupuestos estatales desfinanciados, que redundaron en la duplicación de la deuda pública en cuatro años. En promedio se gastaron Q60 millardos anuales, que no se tradujeron en nada de nada, ni una sola obra pública relevante se recuerda de la época de este infame período presidencial. Todo se gastó en saqueo o desvío de fondos, en promoción del “gobierno de Colom” (a cargo de los peludos), en una multimillonaria “deuda pública flotante” no justificada, en clientelismo político para promover la candidatura presidencial de su esposa Sandra Torres y en negocios multimillonarios, como el Transurbano y el subsidio al transporte urbano capitalino, que no tarda en reventar, porque la CICIG ya tiene todos los pelos en la mano.

El Congreso durante el régimen de Colom también fue un “desastre”, un mercado de diputados constructores, un antro de corrupción en donde se desvanecieron nada más y nada menos que Q82 millones en “inversiones fantasmas”. El mismo diputado de la UNE, Mario Taracena, acaba de confesar que el régimen de Colom estuvo infiltrado por el crimen organizado y que durante la gestión gubernativa Colom-Torres pasaron “cosas gruesas, pero gruesas”, lo que lo coloca como un testigo de cargo clave en la investigación criminal de los horrores y escándalos durante el régimen de Colom.

Eso sí, Colom viajó a lo grande, tanto así que cayó de paracaidista en Rusia, se casó en Cuba, a donde viajó con miras a condecorar (con la Orden del Quetzal en Grado de Gran Collar), sin que finalmente fuera recibido, al dictador cubano Fidel Castro, y sin miramiento alguno canceló una trabajada visita oficial al Elíseo en París, Francia, que dejó mal parada a Guatemala. ¡Qué vida! Y ahora Colom es un flamante diputado no electo del Parlacen. ¡Qué tal!

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