jueves, 30 de junio de 2016

Plan no soluciona condiciones que obliga a personas migrar hacia EE.UU

El Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte integrado por los países de Guatemala, Honduras y El Salvador, impulsado y financiado por Estados Unidos, con la finalidad de detener la migración de centroamericanos hacia ese país norteño, no soluciona los problemas que obligan a las personas de escasos recursos buscar oportunidades de trabajo en el extranjero.

Según el plan, habrán puestos de trabajo de calidad, mejorar las condiciones de operación del sector productivo llegando a todos los niveles socioeconómicos, mejorar las condiciones de los hospitales, fortalecer la gestión de medicamentos, fortalecimiento de la red del transporte terrestre, mejorar la seguridad al reducir los hechos criminales, atender y proteger a los migrantes retornados, velar por sus derechos y la reinserción social y económica...

Como dicen varios guatemaltecos, el papel aguanta con todo. Pero, lamentablemente las cosas no han cambiado para todas las personas de escasos recursos. No existen oportunidades para las mayorías en esos tres países. Siguen muriendo niños por la problemática de la desnutrición. Año con año se gradúan miles de jóvenes quienes luchan por integrarse al sector laboral, pero se frustran al ver que sus sueños se desmoronan al no encontrar oportunidades.

Los habitantes de los países del Triangulo Norte viven la peor delincuencia de la historia y no se deslumbra en el tiempo una esperanza que termine con toda esa lacra. Todos los días cientos de miles de ciudadanos son acosados y amenazados por los integrantes de maras, quienes han encontrado en la extorsión una manera de obtener considerables cantidades de dinero y para lograrlo, planifican atentados terroristas y asesinatos de personas que buscan la manera de ganarse la vida honradamente.
Ese plan no es esperanzador, sin embargo, las famosas redadas de connacionales y la deportación de los mismos si están dándose al pie de la letra. Según datos proporcionados por la Red de Casa del Migrante Scalabrini, de enero a junio se han deportado 59 mil 370 centroamericanos, entre estos,  73 niños, quienes sufrieron violaciones a sus derechos por parte de las autoridades de migración estadounidenses.

Del 2009 al 2014, las cifras de secuestros de indocumentados alcanzaron las 20 mil víctimas en territorio mexicano y se desconoce hasta el momento del paradero de 28 mil menores. Además, se reportó la muerte de tres deportados dentro de los centros de detención migratorios…¿La elaboración de ese plan ese únicamente un pretexto para incrementar la persecución de los emigrantes?

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