viernes, 24 de junio de 2016

Corrupción en el Sistema Penitenciario ¡Un negocio!

El sistema carcelario del país se encuentra en trapos de cucaracha de hace varios años. Con la complicidad de los funcionarios nombrados como ministros de  gobernación, quienes a su vez seleccionan y ponen al frente de la Dirección del Sistema Penitenciario (SP), a individuos que aparentemente son personas íntegras, pero las directrices oscuras son dadas en privado.

 Todas las cárceles que funcionan en el país, son controladas por esas mafias conformadas desde el interior, quienes condicionan y logran someter a su voluntad a los directores, a los guardias de esos lugares, mediante las amenazas y la corrupción.

Para los internos significa un negocio redondo el permitírseles el ingreso de licores, drogas, celulares, los que son vendidos en el interior a precios elevados. Por una botella de licor corriente le pagan al agente de presidios Q700 a Q1000, por un celular de los denominados frijolitos Q.3,000 hasta Q5,000. Por armas de fuego, son otros precios más elevados. Dentro del reclusorio, esos precios se multiplican.

En la actual administración quedó al descubierto otro negocio sucio. Le llamansalidas controladas”. Consiste en permitirles a los internos salir por un tiempo determinado a cualquier lugar del país, a cambio del pago de considerables cantidades de dólares o su equivalente en quetzales.

Hace pocos días en una requisa realizada en la cárcel de “máxima seguridad” de El Boquerón, ubicada en el departamento de Santa Rosa, personal de los Derechos Humanos y fiscales del MP, notaron que no se encontraban 4 peligrosos cabecillas de maras y al preguntarle al director y a la subdirectora del Sistema Penitenciario Carlos de León Zea y Ninfa Gómez, respectivamente, indicaron no tener información sobre eso.

Dentro de las prisiones los delincuentes planifican secuestros, dirigen extorsiones y los asesinatos que sus cómplices cometen en el exterior. Además,  matan en el interior de las cárceles y en algunos casos, filman las ejecuciones.

Recientemente, en el sector 11 del Centro preventivo para hombres de la zona 18, fueron encontrados los cadáveres de los privados de libertad Fernando Silvestre Flores de 24 años,  y César Ernesto García Méndez de 21. El primero recluido por los delitos de homicidio, robo agravado y portación ilegal de arma de fuego, mientras que el segundo estaba sindicado de robo agravado y portación ilegal de arma.

Sobre este tema, el Ministro de Gobernación, Francisco Rivas, simplemente se limito a justificar lo sucedido en decir: “es producto de una represalia de la misma clica, quienes recientemente, ordenaron el asesinato de una pareja en la colonia Villalobos”, pero no indica o no sabe como terminar con todo ese desmadre que ya se salió de control.

El pueblo guatemalteco ¡no tiene porque mantener a ese montón de delincuentes que se encuentran encarcelados! Exigimos que el Estado ya no use nuestros impuestos para la manutención de esas lacras. ¡Que trabajen! ¡Que paguen su alimentación y estadía en esos lugares! De esa manera van a mantener la mente ocupada en algo provechoso, en lugar de planificar mas hechos criminales.


Las autoridades deben implementar fuentes de trabajo en el interior. Así, el que trabaja come y el que no, se muere de hambre.  Tal como lo hacemos todos los ciudadanos. Esto vendría a beneficiar a sus familiares, porque recibirían aportes de dinero ganado lícitamente por el detenido y aprenderían un oficio que les permitiría ganarse la vida al momento de reincorporarse a la sociedad. ¡¡¡Verdad!!!

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