La confesión de Arzú y su prepotencia

Recientemente en una reunión donde asistieron funcionarios, periodistas y directores de los medios de comunicación social, al tomar la palabra Álvaro Arzú, el alcalde de la capital expresó: “…había un presidente mexicano que con muy buen criterio decía que a la prensa se le paga o se le pega. Yo opté por lo segundo…” Lo más lamentable es que los directores de los medios aplaudieron ¿son periodistas o sólo administradores?, me pregunto. La Asociación de Periodistas de Guatemala (APG), tampoco reaccionó a este insulto, únicamente emitió un comunicado en su página ¿…?

Esto nos hizo recordar los años en que gobernó Arzú (del 14 de enero de 1996 al 14 de enero del 2000), marcado por el abuso, la intolerancia, la prepotencia, la corrupción, la impunidad, el manotazo con la venta abusiva-corrupta de los bienes del Estado y por ende, del pueblo guatemalteco. Fueron vendidos en cientos de millones de dólares: (TELGUA), Empresa Eléctrica, Ferrovías… Hasta el momento con la prepotencia que lo caracteriza, se niega rendirle cuentas a la población.

Eso de dar palos o “morongazos” a diestra y siniestra es lo acostumbrado en la gestión de este señor, no sólo en contra de periodistas y comunicadores, sino que también en contra de todo aquel que le contradiga o le haga ver los errores de su administración. Por ejemplo, hace pocos días les ordenó a los comerciantes de la Plaza el Amate, ubicada en la 18 calle de la zona 1 capitalina, que sacaran a todos los vendedores informales a "morongazos".

Además de la corrupción…, el desgobierno de Arzú, estuvo marcado por una serie de asesinatos que aún se encuentran en la impunidad: Monseñor Juan José Gerardi Conedera, Edgar Alfredo Ordoñez Porta, Pedro Sas Rompich…,  persecución en contra de la prensa y políticos opositores, quienes fueron hostigados.

Por esas palabras denigrantes, el procurador de los Derechos Humanos debe accionar ante este personaje, porque es una confesión clara y pública. Por su lado, el Ministerio Público con el apoyo de la CICIG, investiguen a fondo las muertes mencionadas, la venta de los bienes del Estado, el negocio del TransUrbano, entre otros,  recuperar ese dinero y utilizarlo en la salud de todos los guatemaltecos.  ¡¡¡No más impunidad!!!