Desarrollo del país rezagado ante desarrollo poblacional

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) entregó el décimo primer informe nacional de Desarrollo Humano para Guatemala, el cual señala que este indicador ha crecido de manera lenta desde el 2006, cuando varias de las políticas implementadas después de los acuerdos de paz comenzaron a estancarse.

El informe Más allá del conflicto, luchas por el bienestar, analiza el estado reciente del desarrollo humano del país, cuyo índice es de 0.492, con el cual Guatemala se ubica en un nivel medio en cuanto a bienestar de sus habitantes.

El documento, de 377 páginas, fue entregado en el Hotel Intercontinental, zona 10 capitalina. Participaron estudiantes universitarios, académicos, miembros del sector campesino e indígena y la Procuraduría de los Derechos Humanos.

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) refleja los logros de un país en la satisfacción de las necesidades básicas de sus habitantes y mide tres dimensiones: salud, educación y nivel de vida. Para este estudio, los investigadores analizaron políticas públicas del país implementadas desde 1985 hasta el 2015.

Según el reporte, el IDH del país ha mejorado, pero a ritmo muy lento, pues las mejoras en la salud y en los ingresos promedio se estancaron. En la educación, hubo retrocesos.

El documento destaca el gasto social que el Estado hace en sus habitantes, el cual alcanza el 6% del producto interno bruto, cuando en el resto de América Latina llega a 18%.

Entre las cifras que más resaltan en el documento se menciona que seis de cada 10 guatemaltecos viven en pobreza.

Debido a la falta de recursos económicos, más del 80% de la población acude a servicios públicos de salud y educación, aunque la calidad de estos suele ser precaria, por la baja inversión presupuestaria que se les asigna.

El IDH 2015-2016 afirma que 73% de la población no pudo cubrir sus gastos porque los ingresos que percibe no son suficientes, y tres de cada 10 familias no pudieron cubrir sus necesidades de alimentación.

Para el Informe, el PNUD efectuó una encuesta, en la que el 31.9 por ciento de la población afirma que la salud es un aspecto prioritario para vivir bien, pero solo el 42.5% de los entrevistados tuvieron ingresos para satisfacer esa necesidad.

Una de las conclusiones del estudio es que el crecimiento económico del país no se traduce en mayor desarrollo humano, por la alta concentración de la riqueza y un Estado sin capacidad para acelerar los procesos de desarrollo. La población más afectada por condiciones de desigualdad es la rural e indígena.