domingo, 27 de marzo de 2016

Extorsiones: consecuencia de la corrupción y la inseguridad

En siete años, el MP ha registrado más de 50 mil denuncias de extorsión y el Organismo Judicial, seis mil 105  expedientes. Estos son de los pocos casos que las personas denuncian.
Lamentablemente, por la inseguridad y la corrupción existente en el país, la mayor parte de las víctimas temen denunciar los casos ante la policía y el Ministerio Público.
Miles de ciudadanos viven esta pesadilla en diferentes colonias de la ciudad capital y en los departamentos. La causa principal es la falta de seguridad. Los delincuentes —prácticamente—, toman las colonias e imponen sus reglas y el que quiera vivir y vivir en ellas, tiene que pagar.
La misma suerte corren los pilotos del transporte público que ingresan a esos lugares. Miles de ellos y ayudantes, incluyendo pasajeros, han perdido la vida en un sin fin de ataques armados y, hoy día, con bombas.
Lo repudiable es, que los gobernantes de turno con el fin de esconder la ineptitud de sus funcionarios o la complicidad de estos con el crimen organizado, se inventan cortinas de humo y denuncian que existe un plan de desestabilización. Que ridículo. Esa misma artimaña utilizaron los tres últimos desgobiernos...
Tratan de engañar al pueblo con cifras inferiores a la realidad. Anuncian públicamente que los indices delictivos han bajado cierto porcentaje, lo cual deja mucho que desear, porque la población está viviendo ese infierno. —Quieren dormir al sueño.
A causa de la inseguridad, miles de mareros asesinos, terroristas de El Salvador, Honduras..., ingresaron y siguen ingresando a Guatemala de lo más tranquilo, se instalan, forman su grupo delictivo, los entrenan, les dan ordenes de cometer asesinatos y empiezan a operar.
Eso de fabricar armas hechizas y utilizarlas para asesinar a los ciudadanos que se opongan a los asaltos y a las extorsiones, son tácticas que trajeron los mareros de esos paises. Hoy día, están cambiando las escopetas por bombas artesanales que causan más  daño a la población.
Mientras todo eso pasa, los gobiernos  se han dado a la tarea en robarse todo el dinero del pueblo que esté a su alcance. A esos corruptos les vale "madre" la vida de los guatemaltecos.
Por ejemplo: Cuando Carlos Menocal y Salvador Gandara fungieron como ministros de gobernación, realizaron transferencias millonarias del presupuesto de la policía, a la señora Sandra Torres y de ese dinero, no se sabe nada.
A consecuencia de todo ese robo, las patrullas quedaron varadas por la falta de combustibles, falta de equipo a las fuerzas de seguridad, lo cual provocó menos presencia policial en las calles y la delincuencia se incrementó.
En el caso del mano aguada Otto Pérez con su vicepresidenta ocupada en robar y Mauricio López Bonilla, quien se dedicó a enlazar nexos con el narcotráfico, la criminalidad sigue en ascenso.
Casos repudiables como el delincuente que fue mando superior de la policía, a quien le molestaba que los buenos oficiales ascendieran, porque él era el cabecilla de una temida estructura del crimen organizado dedicada a cometer asaltos armados y asesinatos...
Los diputados por su parte, tienen harta culpabilidad, porque se dedican a realizar tranzas y a cambiarse de partido, velando únicamente por su bienestar personal, olvidándose de  la población.
través de las redes sociales el pueblo ha manifestado y exige la aprobación de una ley en la cual se califiquen los actos de los mareros como terroristas y, que sean condenados como tal, pero se hacen los "pendejos"...
Pueblo de Guatemala, las apariencias engañan y no todo es lo que parece...

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