Arrogancia partidaria
SI
HAY UN TÉRMINO que identifica a la secretaria general del Partido Patriota, Roxana
Baldetti, es la arrogancia. Con ese tono altanero que la caracteriza, la
vicepresidenta apareció el domingo último, junto con la plana mayor de esa
agrupación, todos vestidos de anaranjado, para decir que su partido no se
considera suspendido por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y que no ha hecho
campaña adelantada. Esa fue la respuesta más clara de que al partido oficial le
vale madre la resolución del tribunal electoral. Más aún cuando los reporteros
le preguntaron por qué en el occidente ese partido sigue pintando postes de
anaranjado, la respuesta irónica de Baldetti fue que aún habían encontrado
postes que no estuvieran de color rojo, en alusión a Líder. O sea, tampoco le
importa la contaminación de las vías públicas con propaganda partidaria,
prohibida por el TSE.
EL DESPLANTE DE LA LIDERESA
patriotista ocurrió apenas dos días después de que el TSE tomara en serio su
papel regulador de la propaganda proselitista y decidiera poner fin a la
reiterada violación de la ley electoral. Cuando se esperaba una respuesta
madura y coherente de un partido que hace gobierno y que debería representar la
unidad nacional, la prepotencia de la vicepresidenta no hace sino recordar la
forma en que esta agrupación ha utilizado nuestros impuestos para entregar
pelotas, pasteles o pintar cuanta cosa esté a su alcance de color anaranjado
como forma de hacer proselitismo. Este es el partido que niega que ha hecho
campaña adelantada, sí, el mismo que en las pasadas elecciones se pasó cuatro
años con ese tipo de propaganda y que ahora, ya en el Gobierno, sigue haciendo
lo mismo.
LA DECISIÓN DEL TSE merece todo
el respaldo ciudadano porque es la primera vez en muchos años que un organismo
de esta naturaleza trata de enderezar el camino y poner un alto a los desmanes
de los partidos. La campaña anticipada viola la Ley Electoral y representa una
forma de endeudamiento partidario con sus financistas porque estos luego se
cobran los recursos gastados con negocios desde el Estado. La suspensión de los
partidos no debería ser algo extraordinario, sino normal si estos incurren en
irregularidades. Sin embargo, los anteriores magistrados se dejaron mangonear y
eso llevó al descrédito del TSE, que no logró infundir ningún respeto.
POR ESO LA ACTITUD soberbia de
la vicepresidenta solo merece nuestro rechazo porque su prepotencia pareciera
ir dirigida a deslegitimar la lucha del TSE y de la ciudadanía por poner un
alto a los desmanes de la clase política. En virtud del fallo del TSE, los
partidos suspendidos no pueden efectuar ninguna actividad partidaria hasta
tanto demuestren que han retirado la campaña adelantada. Pero dos días después
la señora Baldetti decidió convocar una conferencia de prensa de su partido,
vestida con los colores de su partido —ojo, siendo vicepresidenta del país—, en
un abierto desafío a la resolución del TSE. Frente a esa petulancia, los
ciudadanos solo esperamos que el tribunal electoral cumpla con su fallo.
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